TALLER
PEDAGÓGICO GRADOS 8-1 8-2
CIENCIAS
SOCIALES
TEMA:
Surgimiento y colonización de los países
latinoamericanos.
ENCUENTRO: Muy buenos días a todos.
Muchachos, ya nos falta poco para terminar con los temas de
este año. En este espacio nos centraremos a una parte de la actividad y
posteriormente les enviare la otra parte.
Todos los temas llevaran una parte teórica y otra práctica
(taller); la parte teórica, deben pasarla a sus cuadernos, y los talleres deben
entregarse en el momento en que lo indique el docente.
Esta temática se desarrollara en la semana comprendida entre
el 12, 19 y 20 de octubre de 2017.
EL TRABAJO SE DEBE DESARROLLAR EN GRUPOS DE MÁXIMO 4 PERSONAS.
TEMA: Surgimiento
y colonización de los países latinoamericanos.
VER: Antes de comenzar la solución de los puntos del taller,
deben pasar la temática a sus cuadernos y ver los videos que se encuentran en
los siguientes link:
CONOCER: Para comprender mejor la temática, deben estudiar
con mucho juicio el contenido que se encuentran en la parte inferior de este
taller.
HACER: Después de haber visto los video y leer atentamente el
contenido, deben contestar las preguntas del taller, y seguir las indicaciones
que ahí aparecen.
TALLER:
11.
Realizar un resumen del contenido
leído, y que se encuentra a continuación del taller.
22.
Realiza un cuadro comparativo
sobre los diferentes modelos de independencia?
33.
¿Qué fue el destino manifiesto y
la doctrina Moroe?
44.
Con base a lo leído: Analiza y
explica la frase “América para los americanos”
55.
Realiza una reflexión mínimo de
una página acerca de la siguiente frase “la injerencia de EEUU en los países
latinoamericanos y sus imposiciones económicas, políticas, culturales, etc.; no
han permitido una independencia real”
Surgimiento
y colonización de los países latinoamericanos.
La independencia de las colonias
La
independencia de las colonias no se consolidó con la creación de las juntas, ni
con las proclamaciones producidas a partir de 1810. En realidad, se desarrolló
en un período de aproximadamente catorce años y se logró cuando los ejércitos
criollos derrotaron a las fuerzas realistas en las llamadas guerras
de independencia. En 1814, tras la derrota de las tropas de
Napoleón en España, el rey Fernando VII regresó al trono e intentó implementar
el régimen absolutista y reconquistar sus colonias.
Los modelos de independencia
A
pesar de las semejanzas entre ellos, no todos los procesos de independencia en
las colonias de América fueron iguales. Los criollos de las colonias se debatieron
entre dos posibilidades diferentes: emancipación,
entendida como una reestructuración política en las colonias con obediencia al
rey Fernando, o independencia absoluta.
Dentro de estas perspectivas, se pueden destacar tres modelos de independencia:
Haití,
México y Suramérica. Brasil fue un caso aparte.
Haití
Fue
una colonia francesa en América y se erigió como la segunda nación en
declararse independiente después de los Estados Unidos, hecho que ocurrió en
1804. Allí, la tierra era explotada por el sistema de las plantaciones, para
las cuales se empleaba una gran cantidad de esclavos negros.
A
las divergencias entre una minoría de blancos y una mayoría de negros, se le
sumó la influencia de las ideas de la Revolución francesa, que no favorecían
los intereses de los
Esclavistas.
Esta situación permitió el levantamiento de los esclavos negros contra sus
amos.
Su
principal líder, Toussaint Louvertoure,
fue reconocido como autoridad en 1797, pero con el ascenso de Napoleón, Haití
fue reconquistada en 1803. Recobró su independencia
definitiva
en 1820.
México
La
revolución mexicana fue impulsada inicialmente por dos sacerdotes: Miguel
Hidalgo y José María Morelos, y se distinguió
por ser un movimiento de mestizos e indios contra los blancos. Hacia 1820 se
formaron guerrillas promovidas por Vicente Guerrero y Félix
Hernández. Los criollos, que se oponían a la independencia, eligieron a Agustín
Iturbe
para
combatirlas. Sin embargo, éste decidió aliarse con las guerrillas patriotas y
escribió el Plan de Iguala, en el que se promulgaba a favor de la
religión, la independencia y
la
unión. Luego, reunió al Congreso, en el cual se firmó la Declaración de
Independencia y se constituyó el Imperio mexicano en
1822.
PARA
SABER MÁS
Las
guerras de independencia no fueron exclusivas de América. En España, el período
comprendido entre 1808 y 1814, mientras duró la ocupación napoleónica, fue
conocido también como Guerra de Independencia.
Suramérica
En
las colonias de América del sur el proceso de independencia tuvo dos etapas: la
primera de 1810 a 1815 y la segunda, de 1816 a 1824.
■ De
1810 a 1815. Se caracterizó por la proclamación de la
independencia de las respectivas colonias y el comienzo de la organización
republicana. El grito de la independencia de nuestro país, ocurrido el 20 de
julio de 1810, fue una de estas proclamaciones independentistas de esta primera
etapa. Después de la derrota de Napoleón en 1813, el rey Fernando VII volvió al
trono de España e inició la Reconquista de sus colonias en América.
Para ello, España envió tropas lideradas por hombres como
el
“pacificador” Pablo Morillo.
Durante la reconquista fueron fusilados los líderes de los primeros intentos
revolucionarios.
■ De
1816 a 1825. Como respuesta a los intentos de España por
reconquistar las colonias, sobrevinieron las guerras que consolidaron
definitivamente la independencia.
Surgieron
los más importantes próceres militares y jefes políticos como José
de San Martín en el sur, Simón Bolívar en
Venezuela, Colombia, Perú y Ecuador, Bernardo
O’Higgins
en Chile y José Artigas en Uruguay.
Argentina declaró su independencia absoluta a mediados de 1816, Chile en 1818 y
Perú la formalizó en la Batalla de Ayacucho de 1824.
Un
hecho trascendental para la consolidación de las independencias en América fue
la revolución liberal encabezada, en 1820, por el general Rafael
del Riego en España, la cual impidió el embarque de nuevas tropas hacia
América.
Brasil: un caso aparte
A
diferencia de las otras colonias, el proceso que condujo a la independencia de Brasil
fue un movimiento pacífico y sin levantamientos populares, pues quienes lo
llevaron a cabo fueron los miembros de la corona portuguesa, la misma que
controlaba desde la conquista el territorio brasilero.
Durante
las guerras napoleónicas, Portugal se mantuvo aliado a Inglaterra. Cuando en
1808, las tropas de Napoleón invadieron España, el rey y la corte de Portugal,
con el apoyo de Inglaterra, se trasladaron a Río de Janeiro. Cuando Napoleón
fue vencido, el rey de Portugal permaneció en las colonias, ya que era
absolutamente consciente del poderío económico de éstas. Pero en 1820 estalló
en Portugal una revolución liberal y el rey se vio obligado a volver, dejando a
su hijo como regente en las colonias. Éste, presionado por los propietarios
coloniales y ante el temor de una revolución, declaró la independencia de
Brasil en 1822.
Latinoamérica después de
la Independencia
Asegurada
la Independencia y disipada la amenaza de una invasión española de reconquista,
el ideal de mantener unidas las jurisdicciones territoriales más extensas
heredadas de la colonia, se resquebrajó y dio paso a conflictos por el poder
entre las élites locales y regionales. El resultado fue la fragmentación territorial
que dio origen a nuevos Estados.
Las nuevas Repúblicas
Entre
junio y julio de 1826 se desarrolló el Congreso Anfictiónico de
Panamá, convocado por Simón Bolívar para constituir una confederación
de países latinoamericanos.
Sin
embargo, las luchas internas de las recién conformadas naciones, fueron más
fuertes que el deseo de integración bolivariano. A esto se sumaron problemas
como las grandes distancias, la baja densidad de población, las difíciles
condiciones geográficas y la escasez de vías de comunicación.
En
1823, derrocado el imperio de Iturbide en México, los territorios de la antigua
Capitanía de Guatemala conformaron la Federación de las Provincias
Unidas del Centro de América. Sin embargo, intereses de
las élites provinciales la llevaron al fracaso. En 1842, y como resultado de la
disolución de la Federación, se formaron las repúblicas de Honduras, Guatemala,
Salvador, Nicaragua y Costa Rica.
En
1830, la República de la Gran Colombia, que reunía los territorios del antiguo
virreinato de Nueva Granada y de la Capitanía General de Venezuela, se dividió como
consecuencia de las luchas por el predominio político entre las élites
caraqueña y santafereña. De esta división surgieron las repúblicas de Nueva
Granada, Quito y Venezuela. Desde 1828, Argentina entró en una guerra civil
entre federalistas y unitarios que
amenazó con destruir la unidad lograda después de la Independencia. En 1831 la
guerra culminó con el Pacto Federal, el cual otorgó
gran autonomía a las provincias, que se constituyeron casi en Estados
independientes.
PARA
SABER MÁS
Conflictos fronterizos entre los nuevos
Estados
La
separación de entidades políticas menores que dieron lugar a nuevas repúblicas
es una parte de la explicación de la configuración de los nuevos Estados.
También influyó el interés de algunas
naciones por anexarse territorios pertenecientes a otras. Al principio no hubo
acuerdos absolutos sobre los límites entre naciones sino que estos se fueron configurando
a lo largo del siglo XIX.
En
1825, las Provincias Unidas del Río de la Plata declararon la guerra al Imperio
del Brasil que había ocupado el territorio de la Banda Oriental, actual
Uruguay. Las tropas argentinas resultaron vencedoras. Sin embargo, al no haber acuerdo
sobre a quiénes pertenecían estos territorios, se requirió el arbitraje de una
potencia extranjera como Inglaterra. El resultado fue la creación la República
del Uruguay, con capital en Montevideo.
Perú,
bajo la presidencia del Mariscal José de la Mar,
invadió en noviembre de 1828 a Guayaquil, con el propósito de apropiarse de
esta provincia. En enero de 1829, las tropas
grancolombianas,
al mando del Mariscal Antonio José de Sucre,
desalojaron a los invasores peruanos. Bolivia y Perú también se enfrentaron
debido a las aspiraciones peruanas de unifi car el Bajo y Alto Perú.
Paradójicamente, entre 1837 y 1839, existió una Confederación entre Perú y
Bolivia, que fue atacada por Argentina y Chile al considerarla un peligro para
la estabilidad regional.
Relaciones con el mundo
Las
élites de las nacientes repúblicas buscaron la forma de incrementar sus relaciones comerciales con
las potencias europeas. Venezuela y México, como consecuencia de la destrucción
causada por el proceso de independencia, no lograron recuperar sus niveles de
exportación y sus economías internas sufrieron una profunda crisis. Argentina,
Perú y Chile en cambio tuvieron más suerte en la colocación de algunos
productos en el mercado internacional a través de Inglaterra. Los demás países,
durante la primera mitad del siglo XIX, estuvieron en una continua carrera por
encontrar algún producto exportable que generara divisas a sus empobrecidas economías.
Los Estados Unidos y Latinoamérica
En
diciembre de 1823 el presidente de Estados Unidos, James
Monroe, en un discurso ante el Congreso de su país, advirtió a Europa
que no permitiría el establecimiento de colonias o monarquías en América
patrocinadas por gobiernos extranjeros. Implícitamente, también se adjudicó el
dominio de Estados Unidos sobre los territorios inexplorados del norte del
continente y daba un horizonte a la doctrina del Destino
Manifiesto. Monroe hacía público el interés de Estados Unidos por determinar
la política latinoamericana según sus intereses y de abrirse camino en América
desplazando la influencia europea, en especial la de los ingleses. El lema de
esta doctrina fue “América para los americanos”.
A
pesar de ello, América Latina presenció varias intervenciones europeas como la
ocupación de las islas Malvinas por parte de Inglaterra, en 1833, y la entrada
de tropas españolas a la República Dominicana, en 1861.
Intervención estadounidense en México
Consecuente
con la Doctrina Monroe, en 1846, los Estados Unidos declararon la guerra a
México, bajo el pretexto de que este país no había aceptado la independencia de
Texas —conformada como república independiente de México en 1836— y su anexión
a Estados Unidos en 1845. México perdió la guerra y más de la mitad de su
territorio. Además sufrió la humillación de ver ocupada su capital por las
fuerzas extranjeras al mando de Winfield Scott.
El líder de las fuerzas mexicanas, Antonio López de Santa Anna,
huyó y se exilió. Estados Unidos también se apoderó de California y Nuevo
México, ganando para sí territorios de gran riqueza como los ricos yacimientos
de oro en de California, descubiertos en 1848.
Transformaciones sociales
La
Independencia no generó cambios inmediatos en la estructura social
latinoamericana. Estos fueron dándose poco a poco pues algunos rasgos de la
época colonial perduraron hasta mediados del siglo XIX. Los ideales de igualdad
no eran para todos. La democracia y la ciudadanía fueron restringidas. La
terminación del sistema de castas en la era republicana permitió que pardos y
mestizos destacados figuraran en posiciones impensables en el régimen colonial.
Líderes de la Independencia, como el boliviano Andrés
de Santa Cruz y el venezolano José
Antonio Páez, eran mestizos y fueron presidentes de sus naciones. En Centro
América, el fundador de la República de Guatemala, José
Rafael Carrera, era un campesino mestizo.
Por
otra parte, la esclavitud persistió, sufriendo un progresivo declive hasta que
en la década de 1850, en la mayoría de los países latinoamericanos, se declaró
la abolición de la esclavitud. Sin embargo, la mayor parte de la población
continuó en estado de desigualdad y discriminación. La resistencia a los
cambios se manifestó en casos como el de la isla de Cuba, bajo dominio español
hasta 1898. Aquí la importación de esclavos aumentó desde las primeras décadas
del siglo XIX mientras que en los territorios libres del poder colonial disminuía.
Otro caso fue el de Argentina, en donde no se les permitió a los pardos y
mestizos ingresar a la universidad sino hasta 1850.
Cambios económicos
Algunos
países como Perú, Argentina y Chile tuvieron cierto éxito con algún producto de
exportación: Perú, con el Guano, Argentina, con la carne y los cueros, y Chile,
con la producción minera del cobre. La frontera agrícola avanzó en la mayoría
de las nuevas repúblicas, gracias a procesos de colonización interna, que
contribuyeron al incremento del campesinado y a la ampliación de las haciendas.
A su vez, el aumento general de la población permitió un mayor desarrollo del
poblamiento en territorios antes abandonados. El fin del tributo indígena y de
obligaciones personales, así como la individualización de las tierras de las
comunidades indígenas permitió un mayor dinamismo de la compra y venta de
tierras, perjudicando a las comunidades aborígenes y beneficiando a
terratenientes y hacendados.
La
economía exportadora de materias primas no favoreció el desarrollo de una
industria nacional pues las élites prefirieron adoptar un estilo de vida
europeo importando desde allí todo lo que necesitaba
TOMADO DE : HIPERTEXTO SANTILLANA - CIENCIA SOCIALES 8 - PAG 84 - 85, 88-89-90-91